El origen de confeccionar el árbol genealógico se remonta a los reyes quienes buscaban exponer la pureza de su raza, y con el tiempo dicha práctica se fue perfeccionando. En la actualidad, confeccionar nuestro árbol genealógico es una herramienta que se aplica a la salud, a los negocios y a todos nuestros logros y experiencias de vida.
La genealogía es una rama de la ciencia de la historia, para definir quiénes fueron los ancestros, de dónde provenían y cuál fue su evolución. Gracias a la epigenética y al desarrollo de la neurociencia, hoy se aplica el estudio del árbol genealógico a la vida y a la salud, permitiéndonos definir cuáles son las emociones propias o heredadas como causa de las enfermedades para poder erradicarlas desde su origen o prevenirlas en lo posible. Por eso, aprender a confeccionar e interpretar el árbol familiar es de gran importancia para el paciente, y para prevenir que sus enfermedades se repitan en otros miembros de la descendencia.
La epigenética conductual nos da el poder de guiar nuestro destino. Así, si tú evalúas las situaciones a las que te enfrentas y éstas son repetitivas; si tus pensamientos también son repetitivos; si siempre reaccionas de la misma manera frente a los estímulos que te llegan; si padeces enfermedades físicas a pesar de que mantienes un buen estilo de vida; si atraes el mismo tipo de pareja, o el mismo problema desde distintas fuentes, te darás cuenta que las decisiones que tomas, lo que sientes, lo que piensas, la energía que emana tu cuerpo es lo que atrae una y otra vez todas estas circunstancias a tu vida.
Lo anterior es el resultado de la herencia de tus padres y ancestros; de las emociones que sintió tu madre en tu embarazo y en los tres primeros años de vida; de las personas que estuvieron a tu lado durante tus primeros siete años, y tu experiencia de vida, lo cual crea un mar de creencias grabadas en tu inconsciente que te hacen analizar la “problemática de la vida” bajo ese cristal que te impusieron inconscientemente en tu infancia. El gran problema es que si no te liberas de todas esas limitaciones tus hijos también pueden heredar muchas de esas situaciones.
Para confeccionar tu árbol necesitas la fecha de nacimiento y muerte de los miembros (el año no importa). Se deben conocer los miembros de la familia que ya estaban en este mundo, aunque sea intra-útero, al momento en que otro falleció. También es útil saber las profesiones, los nombres completos, el número de hijo que eres, si hubo abortos previos a tu nacimiento, los traumas, los secretos ocultos de los que no se habla, pero es información que se lleva en los genes y se puede manifestar en algún miembro de la familia; las muertes que para los miembros de la familia fueron injustificadas o injustificables, y todos los aspectos negativos que son los que finalmente nos causan daño, como por ejemplo las adicciones al juego, drogas, bebidas alcohólicas, los robos, la delincuencia, los hijos ilegítimos, las violaciones, los suicidios, y las enfermedades, entre otros datos.
¿Por qué repetimos historias, enfermedades o el drama de un antepasado? Porque al vivir una situación semejante, estamos reconociendo de manera inconsciente el sufrimiento por el que transitó un familiar o también podemos estar reparando el daño que él generó; lo más importante es hacer consciencia que es una segunda oportunidad que nos da el árbol para resolver ese problema y armonizarlo. Al aceptar lo que el destino nos depara, estamos pasando de una posición pasiva a una posición activa donde yo puedo armonizar mi árbol, me empodero, me responsabilizo de mi destino, trasciendo esa información y libero a mis hijos de esa carga ancestral.
Todos debemos confeccionar el árbol genealógico, sin embargo, el análisis se realiza cuando tenemos un problema que resolver en el presente. Así, a través de una conversación activa en tiempo presente y emocional con ese ancestro (aún muerto), puedes abrir la memoria del inconsciente y recibir la información origen del problema. Posteriormente, reconoces el sufrimiento de tu ancestro y aceptas que eso fue lo que le tocó vivir pues ese era su destino, pero que tu destino es diferente. Por último, honras la memoria de ese ancestro por lo que te enseñó, lo perdonas y lo liberas.
Como puedes ver, son las emociones la clave de este ejercicio; son las emociones las que nos permiten abrir el inconsciente y encontrar la respuesta a nuestra condición actual.
No importa si no conociste a tus ancestros, o si los conociste pero no tienes acceso a la información, o si fuiste adoptado; bajo estas circunstancias también se confecciona el árbol, sin colocarles datos y paralelo si eres adoptado, simplemente dibujas el árbol de la familia donde vives, ya que esa familia fue la que te envió tu inconsciente para armonizar tu árbol, que tal vez estaba muy tóxico, y esa fue la vía que escogió el inconsciente del árbol para evitar que esa información se continuara transmitiendo a las próximas generaciones.
Pero ¿Cómo es posible que tu árbol pueda tomar esas decisiones?
Rupert Sheldrake nos explica que no existimos de manera independiente, y que tenemos que ver al mundo como una red donde se realizan múltiples procesos de los que formamos parte, y que se transmiten de persona a persona y de generación a generación. Cada organización genera su campo de energía al que él lo llamó campos mórficos: campos que mantienen patrones y estructuras de orden. El árbol genealógico tiene su campo mórfico que es el que nos organiza.
Gracias a la física cuántica y la epigenética conductual, el rol de las personas frente a su enfermedad y su destino ha cambiado radicalmente.
Hoy queremos invitarte a que confecciones tu árbol genealógico y el de tus hijos. En Clínica Integrativa brindamos el apoyo que necesites para elaborarlo. Visítanos.
